¡Qué días aquellos en que la frase “sólo sé que no sé nada” marcaba nuestro espíritu con un trazo profundo de austeridad intelectualoide!
La sentencia señalaba las infinitas puertas que se iban abriendo gracias a nuestro esfuerzo neuronal y al cansancio de nuestros ojos que leían, insaciables, tratados y compendios, dando paso a otra infinidad aún mayor de puertas cerradas que nos mostraba la imposibilidad de que nuestras neuronas fueran capaces algún día de lidiar con todos aquellos conocimientos.
La certeza de la humilde ignorancia era de una preciosidad que rayaba lo sublime. Era la insignia de la sabiduría. Llegar a interiorizar realmente la oración era estar pedantemente a salvo de la pedantería.
Me duele, y a la vez me libera, constatar que ya no puedo afirmarla. Ya no sé lo que sé ni lo que no sé; no tengo claro que haya cosas que quiera saber, ni recuerdo demasiado bien las que supuestamente supe.
La certeza ha desaparecido. Quiero creer que para bien. Se ha llevado una buena dosis de pedantería. Sé algunas cosas y sé que la infinidad de puertas es un mero espejismo de la mente jugando a autoalimentarse en sus momentos de ocio aristocrático.
Las neuronas se relajan. Es la vejez. Los mayores de 70 no deberían gobernar.
4 comentarios:
Antiguamente los ancianos entraban al consejo de sabios cuando dejaban la vida práctica. Es verdá que los setenta no es edad para gobernar, pero de ese señor se dice (si es que te refieres a quien yo creo) que no gobierna, que reina. Pero bueno, allá ellos... me permito dejarte un momento de esos insólitos (y mágicos) que pasan de ven en cuando.
http://www.youtube.com/watch?v=Scr0uOMQiJY
Feliz año, ome!!
Mariano,
No pensaba en Juan Carlos sino en los políticos en general. Lo pensé cuando me enteré de la edad de MacCain, el candidato repúblicano de EEUU. Se debería aplicar a todos los gobernantes. Los payasos subvencionados quedan, evidentemente, dispensados del requisito. No se les conoce edad mental.
Un abrazo y feliz también para ti!
Y por debajo, ¿cuál debería ser el umbral? ¿30? ¿40?
Cris,
quizás podría haber un grupo de consejeros que abarcara a los menores de 30 y a los mayores de 70. Ese paréntesis (30-70) me parece bueno para la práctica profesional de la política, pero las ideas geniales -que lo son por estar apartadas de la realidad más inmediata- se dan especialmente antes y despues de él. El sexo, sin embargo, ya sabes que es óptimo a los 40.
Beso
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