Hay días grises en los que uno se fumaría hasta la conciencia.
Rectifico:
Hay días grises en los que uno se fumaría especialmente la conciencia.
- Y no tiene ninguna importancia -dijo Wolf-, si se ha vivido. Pero de lo que me quejo es de que se empiece por envejecer. Mire, señor Brul, mi punto de vista es simple: mientras exista un lugar en el que haya aire, sol y hierba, tenemos la obligación de lamentar no estar allí, sobre todo si somos jóvenes. Boris Vian. La hierba roja.
1 comentario:
El día que me fumé la conciencia definitivamente se me echaron todos encima.
Apaga eso, mujer, que apesta, me decían.
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