Hoy me he levantado pensando cómo acabar el año con algo interesante que colgar en el blog y tras no ducharme porque la caldera estaba estropeada y no tenía tiempo para ducharme con regadera que es lo que hice ayer y lo que hubiera tenido que hacer esta tarde sino fuera porque ya me han comunicado que ha pasado el técnico y la ha arreglado y ya puedo darme una ducha tremendamente laaaaaaaaaaaaaaaarga y caliente en cuanto llegue a casa he cogido el metro porque el cielo estaba gris y parecía que iba a llover así que he dejado la moto en su plaza ahí aparcada y sola y he continuado con la lectura del libro de Argemí que es una de las ventajas de ir en metro eso de la lectura pues lo había aparcado durante las fiestas y en leyéndolo me ha recordado que no sólo de frases cortas vive el hombre ni la mujer ya sean aforismos o máximas que eso es algo que ni Gonzalo Suárez ni Marc ni yo hemos podido dilucidar todavía pero que en cualquier caso están muy bien para reflejar chispazos intelectuales pero a largo plazo más bien atontan y adormecen las neuronas y como ya nos vamos haciendo mayores y tenemos que practicar aeróbic con las pocas que nos quedan tras adolescencias salvajes he decidido que me iba a sentar delante del teclado y no iba a parar hasta que se me cayeran los dedos que con el frío que hace en la calle no sería difícil pero no aquí donde me estoy requemando los pies con un calefactor mientras me cae un chorro de aire hirviendo sobre mi recién estrenado corte de pelo más bien corto que largo muy adecuado para este gélido invierno de sofá mantita y ponche que tan bien me está sentando pero que espero que acabe pronto y que las arenas que se ha llevado el temporal vuelvan a su lugar y midan lo mismo porque sino no veas tú que trabajo volver a medirlas para que me pueda volver a tumbar en ellas a notar el calor del sol sobre mi piel de lagartija mientras pienso si me baño o no en ese mar azul casi transparente que a veces más bien parece verde y otras más tenebrosas negro oscuro casi pardo que podría ser otro título de novela o película pero no lo es pero es largo y eso es algo bueno porque lo corto suele ser críptico y da lugar a la ambiguedad y luego no te entienden y creen que a cuando es b o apuestan a que era z cuando no era más que una simple w y en el fondo lo único que me importa es esa linea gruesa y profunda cual raíz de árbol hundertwassiano que me une a lo que amo y que esto no es más que un ataque de verborrea sin estructura alguna y no más que una serie de frases cortas y sin sentido pero que lo sigo intentando y que en el 2009 volveré al estilo reflexivo punto
30 de diciembre de 2008
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1 comentario:
En plan más bien de despedida de un año que ha estado como para echarse a temblar y es que todavía dudo de si me aguantan las rodillas se me ocurre que reclamar frases largas viene a ser como admitir que también podemos relajarnos en eso de intentar reultar brillantes porque el esfuerzo la hace a uno mate es decir roma es decir que a la mierda el brillo y el esfuerzo y que ojalá el año que viene la intensidad sea larga y nos demos a los cuantitativo porque lo cualitativo cuando sale redondo sabe a poco y cuando sale rana a mucho menos.
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