Triste entrada en el santoral de los iconoclastas.
2 de marzo de 2009
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- Y no tiene ninguna importancia -dijo Wolf-, si se ha vivido. Pero de lo que me quejo es de que se empiece por envejecer. Mire, señor Brul, mi punto de vista es simple: mientras exista un lugar en el que haya aire, sol y hierba, tenemos la obligación de lamentar no estar allí, sobre todo si somos jóvenes. Boris Vian. La hierba roja.
1 comentario:
Grande, Rubianes. El último malhablado. Echo mucho de menos a los malhablados que lo dicen bien. Aquel "que se metan por culo la puta España y les reviente dentro y les queden los cojones colgando del campanario" (cito de memoria), aquel exabrupto espontáneo no tiene parangón.
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