Tiembla Pompeya! Allá vamos!
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- Y no tiene ninguna importancia -dijo Wolf-, si se ha vivido. Pero de lo que me quejo es de que se empiece por envejecer. Mire, señor Brul, mi punto de vista es simple: mientras exista un lugar en el que haya aire, sol y hierba, tenemos la obligación de lamentar no estar allí, sobre todo si somos jóvenes. Boris Vian. La hierba roja.
3 comentarios:
Pues sí se fue usted lejos
Lo siento, tenía que escribir. LLevo años leyendo a B. Vian, he recorrido Bukowsky, me paré junto a Paul Auster, reconocí la mirada esquizoide de Welsh, tuvé sueños con los hombres sin nombre de Quim Monzó, nadé entre los mares de LSD de Murakami (Ryu)...
Es un verdadero plácer leer tu blog. En serío.
Salud
lo siento. necesitaba escribir. me ha gustado muchisimo tu blog, no te conocía, pero me encantaría. Sólo por juntar Vian Y Murakami, sólo por eso. Los dos son artistas de un surrealismo crudo y muy joven. Formidables.
Saludos,
Sana
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