25 de marzo de 2008

Alma laica



Más de lo de siempre. Esta vez son de nuevo los informáticos- esos científicos sin bata blanca cuyo mayor afán es crear vida inteligente a partir de bits de información. Punto blanco, punto negro. Uno, dos. Izquierda, derecha.
Dicen haber llegado al nivel del sistema vegetativo y claro... a partir de ahí y hasta llegar al complejo sistema neuronal sólo hay un cachito de camino.
Cuando oigo sus pretensiones se me eriza el pelo y no sólo por no comulgar con el reduccionismo del ser humano a combinaciones de bits, sino precisamente por ello. Me sorprendo a mí misma abogando por un principio no determinado, por un soplo de inmaterialidad. Las palabras espíritu y alma me dan alergia y sin embargo..... Debo reconocer que creo en un principio de incertidumbre de origen evolutivo y no creacionista al que atribuyo la grandeza y miseria del hombre. Me pregunto si podrán recrear ese principio de incertidumbre y dotar de almas laicas a sus máquinas o se quedarán con el más fácil logro de dotarlas de espíritus obedientes más acordes a teorías creacionistas. Uno, dos. Bueno, malo. Izquierda, derecha.