5 de junio de 2007

Perdonar al inepto


Perdonar al inepto

Quim Monzó fue sometido hace unos años a una de esas terribles entrevistas metralleta en las que el entrevistador va disparando preguntas a ritmo frenético y el entrevistado apenas tiene tiempo de balbucear una respuesta coherente. ¿Un libro? ¿Una película? ¿Un viaje? ¿Un personaje con quien cenar? ¿Otro para una copa? ¿Un amor imposible? Supongo que dudaría en varias de ellas por lo maniqueas y exclusivistas, pero no pareció dudar cuando le pidieron que citara una virtud. La respuesta salió certera y afilada: “Perdonar al inepto”, y a mí me dejó extasiada. Yo era bastante más joven que ahora, con el ego todavía empujando con fuerza y la noción de humildad necesaria recién apareciendo por una esquinita de mi conciencia.

Desde entonces he aplicado o intentado aplicar el precepto unos ocho millones de veces, unas veces con más éxito que otras. A veces lo consigo sin alterar el ritmo cardíaco, otras veces acelerando mínimamente la respiración. Pero otras veces, las menos pero las más dolorosas, más o menos media hora después del acto en si, empiezo a notar un sudor frío en las manos y un agarrotamiento a nivel de corazón. Supongo que esa es la señal de que me he excedido, de que quizás en esa ocasión, no se trataba de un inepto sino de un auténtico zorrupio. Ahí van unos cuantos ejemplos:

El que miente sin saber mentir

El que pide sin saber dar

El que ofrece sin otorgar

El que promete sin cumplir

El que habla sin escuchar

14 comentarios:

Major Tom y Teniente Dorf dijo...

Tu mejor texto.¿En que y quien piensas?

may borraz dijo...

Gracias. No pienso en nadie en concreto. Podría ser cualquiera. Yo misma incluso. El que no se de por aludido que tire la primera piedra.

Mariano Cruz dijo...

Muy de acuerdo, excelente texto. Aunque me inspira cierta piedad el mentiroso que no sabe mentir...

Maria Luisa dijo...

Hola soy una inepta más pues no se me ocurre nada para paliar tanta ineptitud. Hablemos por ejemplo de......
LOS LABORATORIOS FARMACEUTICOS quienes escudados bajo el lema "ayuda humanitaria" experimentan en los paises del tercer mundo "medicamentos" que no han sido testados produciéndoles terribles secuelas cuando no la muerte.

DE LAS EMPRESAS GLOBALIZADORAS

DE LA TECNOBARBARIE: Gastamos millones y millones buscando agua en Marte y no hacemos nada por conservarla aquí donde hay millones de sedientos (J.L.Sampedro)

DE LA IGLESIA CATOLICA: ¿Es que no tienen asesores de imagen?

De la fragilidad de las alternativas religiosas y místicas.

Del uso de la palabra "TERRORISMO". ¿Dónde está el derecho internacional?.

Tantas iniciativas y descubrimientos y el sistema cruje por todos lados.

¿Dónde están los filósofos y los escritores libertinos?

¿Será que deberíamos convertirnos en pequeñas termitas que poco a poco van haciendo su trabajo?

Y ahora perdanar a esta inepta que no está segura de haber repetido el comentario 2 veces y que no se llama Luia sino Luisa. Pero está bien así.

may borraz dijo...

Querida princesa de las mareas,


Muchas gracias por el comentario, me encanta ver tu nombre aquí.

Ya ves, yo ya me he tirado a termita, no logro nada pero al menos consigo desahogarme un poco.

Me parece muy interesante la lista de ineptitudes que propones, todas ellas relacionadas con esa imperiosa huida hacia adelante que ha emprendido nuestra especie y que hace que, a veces, los no tan rápidos en la huida nos sintamos incluso agilipollados. Algunas de ellas serán tratadas en próximas entregas de "El Orden Asesino".

Unos cuantos de esos libertinos ya sabemos dónde están, verdad? Al ladito de los poderosos (que fresca debe ser su sombra).
Los otros o perecerieron o siguen batallando a su modo y como pueden o les dejan.


Me encanta lo de que estuvieras a punto de duplicar el comentario. Yo lo he llegado a conseguir en otro blog.

Un besazo.

P.D. Lo de luia queda muy exótico y brasileño, creo que a partir de ahora te voy a llamar así :)

may borraz dijo...

Luia,

Aunque bueno, esos que citas en tu lista más que inpetos son zorrupios!

may borraz dijo...

Mariano,

Tienes razón, la ignorancia es más propia de ineptos que de zorrupios. A veces uno se deja llevar inconscientemente por la belleza de una frase, que parece querer salir propulsada hacia el espacio exterior. De todas formas la mentira no deja de ser un asunto serio y a menudo feo. Y lo piadoso al mentir es intentar que el otro no se entere. Es a ese tipo de ignorancia al que me refiero.

Marc Ripol dijo...

¡VIVAN LAS TERMITAS!
Pues no. No me entusiasma la frase. “Perdonar al inepto” tiene connotaciones soberbias al negar (u obviar) la propia ineptitud. Por supuesto que hay que aprender a perdonar al inepto y castigar (con los medios disponibles) al que actúa de mala fe (léase zorrupio). Sí coincido en los ejemplos de zorrupio que describe May y también con la lista que expone Luia (sí señor, exótico apodo accidental), que sin duda, tal y como apunta May, son zorrupios y no ineptos. Y entiendo lo que dice May: el mentiroso que no sabe mentir no suele ser un inepto (aunque también los habrá) de quien sentir piedad, sino un hijoputa (o zorrupio) al que se la traen floja las consecuencias de su mentira así como que ésta sea descubierta. Demasiado a menudo los zorrupios se disfrazan de ineptos o ignorantes.
Pero resulta demasiado fácil hacer listas de ineptos y zorrupios... ¡hay tantos! y lo interesante es buscar al zorrupio (me está gustando, el palabro) y al inepto que todos llevamos dentro y combatirlo sin tregua (ya lo apunta May: “podría ser cualquiera, yo misma incluso”). El momento ese en que no logramos dominar nuestra mala hostia y la proyectamos contra quienes nos rodean (sea la pareja o el panadero), la facilidad con la que olvidamos una y otra vez nuestra condición de privilegiados en este mundo donde el sufrimiento es la única constante, el día en que logramos escaquearnos de un impuesto y además alardeamos de ello, las múltiples ocasiones en que nuestro egocentrismo nos nubla la visión y nos impide la empatía, esos rencores que inconscientemente alimentamos...
Busquemos al inepto y al zorrupio que se acomoda en nuestras entrañas y entonces podremos aplicar sin esfuerzo alguno la frase de Monzó, así como identificar más fácilmente al full-time zorrupio, aunque a menudo dudo que los haya (No, yo no creo que Rousseau fuera “un visionario sin visión” - jeje).
Besos a todos (ineptos o no – zorrupios y similares excluidos)

may borraz dijo...

Wow Marc!
Que grata sorpresa encontrar tu comentario en este caluroso sábado pre-vacacional  (y que listo es mi ordenador –pongo dos puntos y un paréntesis y me lo transforma en smiley)
Cierto que la frase puede resultar soberbia sin el ejercicio previo de autoanálisis ¿ineptitudinal? Pero venía de Monzó que me parece un tipo bastante humilde, así que supuse que él la profería sin ningún tipo de soberbia (que por cierto, ¿es propia de ineptos o de zorrupios; pecado capital o mortal?)
Y sí, muy acertado, sorprendentemente los zorrupios, en tanto que también ineptos incluso para con su propia zorrupiez (ahora me he lucido, eh? ), no suelen serlo full-time. A veces hasta los puedes ver dejando caer una lágrima sincera o jugando con sus hijos en el parque (a algunos se les suele reconocer por el polo azul clarito).
Gracias por el comentario y por creer en Rousseau. Espero poder seguir deszorrupiándome (jo, esto se complica cada vez más) contigo y el resto de miembros del equipo ballenita flipada bajo los pinos y entre las azules casi transparentes aguas que nos aguardan en breve.
Big kiss

Marc Ripol dijo...

El mundo está enzorrupiado. ¿Quién lo desenzorrupiará? El desenzorrupiador que lo desenzorrupie... un tío cojonudo será!!!!!
(Oye, si puedes tráeme la novela de Murakami a la ballena flipada, que ya me está entrando curiosidad).

Major Tom y Teniente Dorf dijo...

Un sistema construido sobre la base de la competitividad (solo gana el que llega primero), sea monetaria o sexual (gracias houellebecq), en el que solo vale tu capital monetario o sexual... genera por un lado ineptos (los perdedores) o zorrupios (los vencedores). Soy perdedor sease inepto para algunos, pero a pesar de todo conservo mi "inner peace" por lo cual en alguna parte he vencido.
Como podéis observar acabo de ampliar definiciones y extender el debate...

may borraz dijo...

Queridísimo Pierre y estimado coautor (y el orden está vez sí cuenta),
No me seas tan huellebequiano que duele. Sí sólo ganarán los que llegan primero estaríamos todos muertos, y aquí seguimos. Lo de la “inner peace” es algo que los zorrupios nunca conocerán. Recuerda que el que ríe último ríe mejor. Respecto a lo de tu ineptitud, no es tan grave como la mía.
La aportación en términos de competitividad me parece muy interesante, pero nosotros no vamos a caer en la trampa, no? Al menos en este pequeño reducto.
Besos mil

Anónimo dijo...

FELICIDAD

"Recuerda que el que ríe último ríe mejor"
Hablando de competencia...des muy buen ejemplo.
Explicanos lo que queres decir porfavor?

Pues...yo digo que no es asi.
Es muy sencillo: Se trata de reir, y se trate de reir juntos, y asi se rie mejor.
No solamente mejor, sino lo mejor; Es Felicidad. Sube los frequencias lucientes.
Se trata de reir de un citio humilde y libre y no de angustia o competencia...

Eso da Paz Interior.

Hablando de "Inner Peace"...Quizas me puedas dar noticcias de Pierre D.B. Que sabes de el?
Me ha hablado de tu blog, y asi llege aqui, porque ya no se por donde encontrarle. Ya he llamado por todo la familia De Botton. Es hace mucho que no se nada de el y me preocupa mucho...
Quizas me puedas ayudar May? Me conto de ti y que vosotros siempre estais en contacto. Cuentale porfavor, que lo hecho muchisimo de menos y que es el hombre mas majo, bueno y guapo del mundo exterior y interior.

Muchisimas gracias!

Sharon

may borraz dijo...

Sharon,

Tienes mucha razón,lo de que el que ríe último ríe mejor, es en realidad una excusa contra la amargura. Lo realmente importante es tener la capacidad de reirse de todo y de uno mismo sin llegar a perder ni el norte ni la dignidad.
Lamento no poder ayudarte con lo de Pierre. Perdimos el contacto hace unos meses.
Encantada de saludarte. Besos.