23 de mayo de 2008

Lobo débil


Cuando actúa como un hijo de puta el hombre es un lobo para el hombre.
Cuando ataca al más débil el hombre actúa como un hijo de puta.
Cuando no demuestra ni un ápice de empatía por el dolor ajeno el hombre actúa como un hijo de puta.
Cuando no recuerda lo sufrido en carne propia y se ensaña con el prójimo el hombre es un hijo de puta.
Cuando cree que el problema es la inmigración y no la emigración el hombre es un hijo de puta.
Cuando decide tratar como delincuentes a aquellos que huyen del sufrimiento el hombre es un hijo de puta.

Cuando el hombre es hombre no hace estas cosas.
¿En que coño nos estamos convirtiendo?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¿En hijos de puta?

may borraz dijo...

Obvio.

Y yo en una políticamente incorrecta. Tanto "hijo de puta" y el "coño" final deben ser interpretados únicamente como exabruptos y escupitajos con caracter de urgencia.

Fallarás dijo...

No sé si la pregunta es en qué nos estamos convirtiendo o: si se imponen los hijos de puta, ¿por qué nos callamos?

Empecemos por no autoinculparnos, no asimilarnos a ELLOS.

¿Está usted justificando el lenguaje, señora?

may borraz dijo...

Cierto, ciertísimo. Por vagos y cobardes?

No justifico, pero al releerlo el lunes en ayunas he echado de menos algún "cojones".

may borraz dijo...

Aunque supongo que en el fondo sí: me estaba justificando.

Prometo intentar no volver a hacerlo.

Besazo

Anónimo dijo...

¿Pero no fuimos, todos o casi todos, y claro me incluyo, hijos de puta en algún momento de nuestra ya larga vida?. ¿Hay algún remedio? ¿De que sirve entonces el diagnostico?. Huir al espacio no sirve, estar aquí tampoco, actuar..sin romper.. no sé. Como suelo decir.. "el planeta es azul.. y no puedo hacer nada"

may borraz dijo...

Es mejor el tempo lento que el tempo nulo